Hoy mantuve una conversación de lo mas interesante con una persona, para mi muy especial, que me hizo reflexionar sobre un tema del que pasamos por encima en vuelo rasante y siempre, o casi siempre, sin detenernos a pensar. Bueno, ya se sabe que esto de reflexionar es algo a lo que hoy en día casi ni prestamos atención, bien sea por falta de tiempo, bien por el temor a enfrentarnos a una realidad que no queremos ver por incomoda e inquietante... La libertad de acción de las personas es algo en lo que nunca pensamos, simplemente asumimos que somos libres para hacer y deshacer el trazado de nuestras vidas, de nuestras acciones y no solo de las importantes decisiones, sino de las mas pequeñas y cotidianas a "nuestro antojo". Pero que ingenuos somos al pensar que somos libres, que nada nos condiciona. Es una insultante manera de creernos seres superiores. Nos condiciona todo; hasta el aire que nos rodea, porque asumimos que tomamos libremente la decisión de hacer, de pensar y de actuar sin darnos cuenta que lo hacemos en aras de la educación recibida, la norma establecida, el escalafón social al que pertenecemos y un longuísimo etcétera que ocuparía paginas y paginas en el libro de nuestras conductas engañosamente "libres". Claro que, como seres "inteligentemente desarrollados", nuestra mente ha urdido sistemas para hacernos ver lo que no es, lo que no somos. El juego del engaño o el engaño de la mente es, sin duda alguna, el arma mas poderosa que posee nuestra naturaleza humana. Creernos seres libres, con la autosuficiencia de tomar nuestras propias decisiones y actuar en plenitud de libertad es algo que llega a la propia blasfemia. Todo lo hacemos condicionados en mayor o menor medida por nuestro entorno, y la mente nos engaña haciéndonos creer que lo hacemos desde la libertad como "seres divinos".
Por eso hoy, al hablar con mi angelito, al discutir sobre lo humano, lo divino y la libertad, me he parado a reflexionar sobre este tema y "libremente", sin condicionamientos de ningún tipo, decidí escribir sobre esto... La libertad sin condiciones.
1 comentario:
Tienes toda la razón al afirmar que la libertad es un engaño, que la libertad no existe y que realmente vivimos en una caja de cristal.
Pero lo que planteo es que es posible ser feliz siendo un preso, ya lo dijo Platón afirmando que la ignorancia proporciona la felicidad. Y no me refiero a la ignorancia como ausencia del conocimiento sino como solo tener en cuenta esas cosas que nos hacen feliz. Llegar a ser feliz y "libre" dentro de esa burbuja o jaula.
Nunca realizaremos un acto con total libertad, siempre habrán condicionantes. Por ejemplo tú, posiblemente si no hubieses hablado con ese "angelito" no te hubieses planteado escribir una entrada en tu blog con este tema. Perfecto que hayas decidido "libremente" escribirlo aquí pero ya solo para existir ha necesitado la intervención de esa tercera persona, ¿o no?.
Aún no he comentado todas tus entradas pero con el tiempo lo haré ya que me parecen interesantes y/o curiosas.
Un saludo.
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