miércoles, 14 de septiembre de 2011

NADA QUE DECIR MUCHO QUE CONTAR

A veces uno piensa que con la edad y todo ese rollo de ir madurando, ciertas cosas ya no le hacen daño o por lo menos pasan mas de puntillas por la habitación de los sentimientos y se segregan menos endorfínas, serotonína o sea lo que sea que acabe en "ina".
Cuando creo tener claro que estoy bien y que el estado de la soledad "deseada" es el mejor de los estados ocurren cosas. Cosas que de algún modo son inexplicables y a la vez forman parte de la vida.
Ya me cansa ver el interés, el egoísmo, egocentrismo, la hipocresía, y el único objetivo que parece residir en mente. Quizás soy raro, tonto, y todo lo que quieran, pero en mi mente y filosofía de vida no sólo está el sexo... Valoro cosas mucho más importantes para poder ser feliz... Soy un tío normal, con muchos defectos, y muchas otras cosas extrañas. Soy una persona como tú, pero a diferencia de muchos, me gusta conocer personas y no cuerpos... Estoy harto de ver que la gente no quiera conocer a las personas por cómo son realmente sino por lo que tienen.. y cansado de ver que cuando conoces a una persona no muestre el mínimo interés si no quieres sexo... A mí me da igual que me ignoren, ese es su problema... sí tengo claro que paso de entretener a nadie cuando no tenga a alguien con quien hablar...

domingo, 4 de septiembre de 2011

7:15 am de un día cualquiera

¿Por qué no te invité a dormir?
Sentados en aquellas escaleras esperando a que dijeras que la vida es mejor en compañía. Sentados en una orilla viendo a los demás pasar.
Como yo tampoco dije nada aquella noche, fue la vez que más cerca estuvimos de enredarnos en un beso, de mezclarnos bien por dentro. Aquella noche fue la vez.
¿Por qué no te invité a dormir?
Como tú nunca dijiste nada. Se nos fugó la noche de jugarnos en un beso lo bueno de los momentos.

Extracto (N. Daconte)


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