Cada día convenciéndome más
de que nunca podré ser feliz,encerrado
en la oscuridad de mis pensamientos
corren por mi cara lágrimas.
Todo por tratar de no ver la realidad.
Cada día alejándome más de aquella luz,
de aquella luz que supuestamente es la felicidad
de aquella luz que todos piensan que es eterna
pero que en realidad ni siquiera existe.
Ya no quedan esperanzas, sólo
quedan absurdos recuerdos
que se van convirtiendo en ilusiones
que alimentan este sentimiento...
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